miércoles, 26 de agosto de 2015

CAPITULO 34 VERLO OTRA VEZ: LA PRINCESA Y EL PRINCIPE



CAPITULO 34 VERLO OTRA VEZ: LA PRINCESA Y EL PRINCIPE
Así seguía la jornada de Vegeta por el infierno, sin descanso ya que siempre atentaban contra él, y aunque a veces se cansaba tenía que seguir, el descanso era debilidad para él, además aún si hubiese querido no había un lugar seguro, venia uno tras otro a atacarle dispuesto a todo.
Sorpresivamente esta vez lo atacaron mil legiones de malévolos monstruos, soldados etc. Esta vez Vegeta quedo muy mal herido así que intento buscar un refugio, y encontró en un castillo que increíblemente estaba en el infierno.
Inmediatamente al verlo unas sirvientas salieron a su paso para ayudarlo a entrar.
Vegeta despertó en una cama muy hermosa a decir verdad para ser el infierno. Eso no le inspiraba nada de confianza.
Vegeta: ¿En dónde estoy?
Princesa: No se preocupe por nada príncipe aquí está seguro por el momento
El príncipe la miro fijamente pues le parecía familiar
El ser con el que hablaba era muy hermoso tenia formas humanoides parecida a los elfos era muy fina y delicada, parecía no encajar en ese lugar. Ella era hermosa sin igual. Más hermosa que Bulma aunque no humana. Parecía una muñeca resplandeciente
Princesa: Príncipe Vegeta usted ya no me recuerda pero yo si le recuerdo a usted,
De hecho ella le había recordado desde joven.
FLASHBACK///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
 Vegeta había llegado a un planeta llamado Hagar en donde ella era la hija del rey.  Vegeta llegó al castillo a amenazar al rey y a los soldados cuando él era un novato en purgar planetas
El joven príncipe llego con Nappa, Radits etc antes habían más guerreros.
Se presentaron al planeta y llegaron hasta el rey hablaron con él en privado mientras la princesa un poco más joven que él los observaba de lejos. Desde que ella lo vio quedo hechizada de ver al ser más hermoso que sus ojos habían visto. Ella no podía sacárselo de la cabeza. Era su primer amor. Sabía que ese sentimiento estaba mal pues él era un bandido que había llegado a saquear su planeta. Pero ella no podía dejar de pensar en él. Ella sabía que era un príncipe pues sus rasgos eran más finos, el sobresalía entre todos los ordinarios guerreros.
Una noche estando Vegeta esperando purgar el planeta todavía en negociaciones con el rey. Ya que en ese entonces, no era tan salvaje, todavía negociaba y si mataba era solamente a los necesarios, conciliaba con los reyes y se dirigía a otros planetas,  así fue como en realdad paso.
La hija del rey se escabullo a donde  estaba, Vegeta la vio por un instante.
Vegeta: Que haces aquí este no es un lugar para una “princesita” como tú. Le dijo el sayayin en tono irónico
- Vete debajo de la capa de tu padre pues aquí terminaras muerta.
Esas palabras no lograron intimidar a la princesa.
Princesa: Yo estaría dispuesta a irme con usted a cambio de que deje en paz a mi padre, él es un buen rey y yo quiero servirle a usted para que no destruya este planeta. Además usted se ve que está muy solo. Necesitará de mi compañía.
Vegeta solo se burló, estaba de muy buen humor, increíblemente no la fulmino.
Vegeta: No sabes lo que dices. Vivir conmigo seria lo peor que te podría pasar en la vida elfa.
Princesa: No soy una elfa soy del planeta Hagar soy haganiana.
Vegeta: Da igual y si ya terminaste lárgate de aquí antes que mi escolta  te encuentre.
La princesa era muy similar a Bulma nada más que aún más pura de pensamiento que ella. La princesa podía ver más allá de lo superficial y podía ver como el guerrero andaba un dolor muy fuerte en su corazón. Ella sentía deseo de amarlo, de comprenderlo y no se explicaba porque.
Vegeta termino las negociaciones que fueron bien por cierto.
Y se marchó sin destruir el planeta, algo que le pesaría después cuando Frieza descubrió que Vegeta no estaba fulminando a los habitantes.
 Ella sentía mucha tristeza en su corazón pues nunca pudo amar a nadie, nunca se casó, ni se enamoró de nadie más, todas las noches pensaba en que habría sido de aquel hermoso príncipe. Pues ella sabía que él era un príncipe, el príncipe que estaba destinado para ella. Era muy soñadora, nunca lo olvidó ella estaba obstinada en que él era para ella tanto como ella era para él. Solamente que él no lo sabía.
Pasados los años la princesa enfermo gravemente.  Y al borde de la muerte pidió un último deseo al rey creador y ese fue volver a ver al amado príncipe, el Dios creador le escucho su deseo y se le apareció en sueños antes de morir.
Dios creador. Debes saber que si tu deseo se hace realidad el lugar donde le veras es el infierno
Princesa: talvez hay un futuro para mí con él ahí.
Dios creador, aun así estas dispuesta?, sabes que una vez mueras y hayas elegido ese camino  tu no podrás salir de ahí. ¿Esta segura?
Princesa. Tarde o temprano el llegara ¿verdad? su alma se ha corrompido en extremo eso es lo que puedo sentir. Pero aun en el infierno su alma puede ser redimida con mi amor puro.
Dios creador: si, pero no hay garantía de que él se quede ahí para siempre y mucho menos de que él algún día te amé, él es un sayayin que posee un don que ni él se imagina que tiene.  Si el entra podría salir, en cambio tu hagariana si entras nunca más podrás salir de ahí porque tu  pecado es él, El amor que le sientes y el deseo que tienes de volverlo a verlo. Y aunque eres  pura de corazón si tú decides elegirlo a él, el será tu condena.
Princesa: He comprendido los riesgos.
Dios creador: Entonces mi niña hermosa. Tu deseo será concedido.
La princesa murió mientras dormía con una sonrisa dibujada. Nadie supo porque
El rey no ignoraba que la princesa toda su vida  había estado enamorada de aquel bandido y había dado gracias a los dioses que la princesa había muerto sin volver  a verlo.

FIN DEL FLASHBACK//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
La princesa solo sonrió, por alguna razón Vegeta no podía ser más pésimo con ella. Porque ella le irradiaba una extraña sensación como la de Bulma. Le recordaba a ella.
Esa princesa sería lo más cercano a estar con ella pues él estaba muerto,  Bulma estaba viva
Bulma lo odiaba y el, él… él no la odiaba.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario