CAPITULO
11: SEDUCCION/ LA DECISION DE VEGETA
La
fiesta terminó, no sin antes tener una ceremonia especial en honor al regreso
del gran príncipe.
Rey
vegeta: Vegeta me pregunto si hay alguna doncella en especial a la que quieras
conocer esta noche?
Vegeta:
no ninguna, la verdad me da igual
Rey
vegeta: esta noche tendrás compañía
Vegeta:
no es necesario
Rey
vegeta: pronto serás coronado rey, necesitas elegir una reina
Vegeta: yo no necesito a nadie a mi lado
Rey
vegeta: No Ha habido un rey en este reino sin su reina
Vegeta:
las cosas han cambiado, yo no necesito de una
Rey
vegeta: tu no entiendes, los sayayines tenemos necesidades que satisfacer, un
rey necesita mantenerse frio y satisfecho para tomar buenas decisiones, de lo
contrario la falta de compañía podría afectar su cordura. Nuestros deseos
carnales no deben de interponerse en nuestro camino a la grandeza y tu sabes que los sayayines
somos exigentes, tu necesitas a alguien que te satisfaga ya sea una o varias
doncellas.
Vegeta:
está bien padre, pero solo para que me dejes en paz
Solo en su cuarto……
Vegeta:
Tengo que olvidarme de Bulma, hoy vendrá una estúpida mujer a mis aposentos,
que mejor ocasión para probar que lo único que me unía a Bulma era la necesidad
de satisfacer mi lujuria, eso lo puedo hacer con cualquiera, un príncipe como
yo no tiene tiempo para sentimientos estúpidos que solo hacen débil a los
guerreros.
Fácil
solo tengo que dejarme llevar por mis deseos carnales, tomarla como el objeto
que es y desecharla de mi vista.
Caída
la noche llego la doncella de ojos verdes toco la puerta y con voz suave dijo:
-Si
su majestad me permite entrar, estaré mas que complacida
Vegeta:
pasa
Vegeta la vio de pies
a cabeza era la sayayina más hermosa que en toda su vida recordaba a ver visto
pero, a pesar de que no era una sayayina de combate sus facciones no eran tan
delicadas como las de las terrícolas,
La doncella se acercó
al príncipe y le dijo: si su majestad me permite quiero decirle que he venido
para cumplir todas su fantasías, y a entregarme a usted como a usted le plazca,
desde pequeña fui instruida para ser una doncella y entregarme algún día a
usted. Será un honor ser suya
Vegeta la miraba de pies
a cabeza era. Era perfecta pero….
Vegeta se acercó y le
dijo:
- así que estas aquí
para que yo haga de ti lo que yo quiera eh?
Doncella: usted solo
tiene que tomar lo que es suyo
Vegeta se recordó de
Bulma, ella jamás le hubiese dicho eso, era muy orgullosa para aceptar que
estaba loca por él, recordaba que Bulma le gritaba y peleaba con él, tenía
identidad propia y se había entregado a él por voluntad propia. Eso sí, que si él
la encontraba de malas, ellos tenían una que otra pelea, pues a Bulma no le
importaba que él fuese un príncipe tenia espíritu, carácter fuerte y a la vez débil
cuando él la tenía entre sus brazos. Eso era lo que más le había atraído de
Bulma -su forma de ser, a veces tan fuerte, pero tan frágil al toque de sus
manos.
Vegeta intento
acercarse a la doncella, la doncella estaba nerviosa pero podía ver en sus ojos
deseo por ser amada, ella miraba al apuesto príncipe y le parecía muy hermoso
ella deseaba que él la hiciera suya en ese mismo instante.
Cuando vegeta se acercó,
sintió su esencia, su olor de piel no era igual a la de Bulma, no era la esencia
natural que lo hacía volverse loco y tomar a la mujer en ese mismo instante, no
sintió deseos de proseguir, sin embargo hizo un esfuerzo por acercarse a ella y
besarla, la beso la doncella cerró los ojos y respondió el beso.
Vegeta no sentía ese
click que se debe de sentir, cuando la besaba sus labios no sabían cómo los de
Bulma, y decidió romper el beso
Vegeta: es mejor que
te vayas
Doncella: pero….. ¿hice
algo su majestad?
Vegeta: vete
Doncella: pero
Vegeta: TE HE DICHO QUE TE VAYAS
La doncella le dijo:
si su majestad y se fue muy confundida
Pero vegeta estaba aún
más confundido *qué demonios, solo tenías que tomarla eso era todo, y no pudiste* desde que la
doncella llego Vegeta no había hecho más que compararla con Bulma,
La siguiente noche el
rey mando a otra doncella, y la noche después de esa también mando a otra, y a
otra y a otra y asi paso un mes y Vegeta no había podido tocar a ninguna, a
todas les encontraba un pero, y no era que no tuviese deseos, tenía unos deseos
incontrolables, pero con ninguna de las doncellas había querido satisfacerlos,
su cuerpo solo le pedía a una mujer-
Bulma. solo pensaba en ella y los recuerdos de todas las veces que la había
hecho suya lo consumían, no podía concentrarse cuando entrenaba, aunque trataba
de ignorarlo, su progreso no era el
mismo que cuando él estaba con ella.
El rey vegeta había
escuchado a las doncellas hablar muy decepcionadas e indignadas de como el príncipe
las había rechazado, ellas se culpaban por sentir que no eran merecedoras de
ser tocadas por él.
Rey vegeta: Vegeta,
dime la verdad, cuando tú estuviste en la tierra, ¿estuviste con alguna mujer
en especial?
Vegeta: eso no es de
tu incumbencia
Rey vegeta: lo es
desde el momento que no puedes concentrarte, así no puedes ser rey, dime quien
es y mandaré por ella
Vegeta: a que te
refieres no empieces con estupideces
Rey vegeta: no puedes negar
lo obvio, es obvio que ya has elegido a tu pareja
Vegeta: eso es
imposible
Rey vegeta: lo he
visto antes y lo he vivido en carne propia también así que, a mí no me puedes
engañar, sigue intentando engañarte a ti mismo, no lograrás nada con eso, es demasiado
obvio
Ve a buscarla antes de
que sea demasiado tarde para ti porque si ella te olvida y se enamora de otro
estarás perdido, porque tú nunca te sentirás completo con ninguna otra persona
Vegeta por primera vez
no refuto nada a su padre y considero seriamente el volver a la tierra a buscar
a Bulma, pero que le diría?, ¿lo aceptaría?, era demasiado orgulloso y se negaba
a ir a buscarla
Una semana después de
haber hablado sobre el tema con su padre decidió ir y buscar a Bulma
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