CAPITULO 7 LA PRIMERA VEZ

CAPITULO 7 LA PRIMERA VEZ

Una semana pasó y Bulma y vegeta trataron de evadirse una vez más pero la cámara de gravedad volvió a descomponerse y el Dr. Brief no estaba, así que Vegeta se dirigió al laboratorio a Buscar a Bulma.

Bulma estaba muy frustrada porque una pieza de un nuevo modelo en el que estaba trabajando no encajaba

Vegeta: mujer te estaba buscando

Bulma: mi nombre es Bulma ¿cuantas veces te lo tengo que decir?

Vegeta: no tengo tiempo para discutir contigo, la cámara de gravedad se ha descompuesto y te ordeno que la arregles ahora

Bulma: tú no eres nadie para ordenarme nada, y como te atreves a entrar a mi lab sin permiso

Vegeta: se te olvida que yo voy a ser quien salvará tu patética vida

Bulma: se te olvida que si yo no te ayudo nunca podrás ser más fuerte, así que aquí ambos nos estamos ayudando

Vegeta: a mí nadie me ayuda

Bulma: trágate tus palabras, tú también me necesitas

Vegeta se acercó con una mirada desafiante que intimido a Bulma y la hizo alejarse de él

Vegeta: repite lo que acabas de decir

Bulma: sabes eres un patán, y estoy harta de ti

Vegeta la volvió a empujar contra la pared

Vegeta: te voy a poner en tu lugar de una vez por todas

 Bulma intento darle una cachetada pero él le detuvo la mano, ella intento escaparse pero no pudo, ella lo empujaba inútilmente y el solo la empujaba más fuerte contra su cuerpo

Ambos empezaron a respirar rápidamente y no se dieron cuenta cuando estaban en un acalorado beso una vez más. Es solo que esta vez no iban a parar eran tantas las ganas que se tenían el uno al otro desde hacia ya un buen rato. Habían pasado luchando contra sus instintos desde hacía un año.

Vegeta y Bulma estaban entre que caminado y revolcandose  entre las paredes del lab comiéndose a besos, Bulma le dijo a Vegeta:

- Llévame a mi cuarto entre besos y caricias y en un tono muy suave casi sin respiración, Vegeta muy obediente la cargo en sus brazos y se dirigió  al cuarto de Bulma mientras ella lo besaba y acariciaba aún más.

Estando en el cuarto ella empezó a quitarle la camisa y él simple y sencillamente empezó a desgarrarle la ropa. Bulma fue incapaz de desabrocharle el short a Vegeta pues no tenía esa experiencia.

Ambos se estaban comiendo vivos.

Vegeta acostó a Bulma en la cama mientras la besaba, le succionaba el cuello y la mordía como un animal salvaje muerde a su presa cuando juega con ella.

Bulma gemía de placer nunca antes en su vida había sentido tanta emoción.

Vegeta bajo su short y se disponía a hacerla suya cuando ella le dijo:

• Vegeta, Nunca he estado antes con un hombre íntimamente, ten paciencia
• Vegeta intento entrar en ella despacio pero una vez adentro no pudo contenerse comenzó a un ritmo rápido, pudo ver la cara de Bulma que reflejaba mucho dolor

Pero era demasiado placer el que sentía que no podía contenerse.

-Bulma poco a poco dejo de sentir dolor el placer que sentía comenzó a apoderarse de su cuerpo también

La noche trascurría, después de un largo rato alcanzaron el máximo placer casi al mismo tiempo. Solo se escuchó un gemido por parte Bulma, ambos terminaron cansados. Todavía recuperando el aliento. Cuando terminaron Bulma se recostó en el fuerte pecho de Vegeta.

Era tan nuevo el sentimiento que estaban experimentando, Vegeta se había contenido toda su vida del placer sexual que ya estaba listo para comenzar otra vez.

Mordía a Bulma la besaba no paraba parecía insaciable, pasaron en ese estilo toda la noche, sentía que la esencia de ella lo embriagaba.

Lo hicieron 5 o 6 veces hasta que se quedaron dormidos.

Vegeta nunca antes se había sentido tan satisfecho en su vida, tenía una sonrisa dibujada en su rostro, mientras sentía en su pecho respirar a Bulma, ella dormía profundamente muy satisfecha también por toda la acción acontecida.

*ya mañana abra tiempo de sobra para reprocharse* penso Vegeta mientras cayó en un profundo sueño.

A la mañana siguiente Bulma se despertó y Vegeta ya no estaba, él estaba entrenando en la cámara de gravedad, se sentía con más energía que antes, sentía como que un gran peso se le había quitado de encima. Ya no tendría que preocuparse de pensar en Bulma porque ya la había hecho suya y podía concentrarse mejor, pues todo el tiempo atrás tenía que luchar contra la atracción que sentía hacia ella. Así que se sentía más concentrado

Bulma por su parte no sabía que pensar de lo que había sucedido la noche anterior, tenía una cara de satisfacción que sentía que si sus padres la veían no la iba a poder ocultar, había tenido la mejor noche de su vida pero le había dejado un gran dolor en todo su cuerpo, y no solamente el dolor. Bulma tenía moretes por todo el cuerpo.

Bulma: *Ash tendré que ponerme esta bufanda horrible o una camisa con cuello de tortuga para que no lo noten mis padres.. Pero yo no me visto así, espero que no sospechen nada*

No es que Bulma fuese una niña ya para esconderse de sus padres, pero es solo que no quería darles el gusto de decirles que había sucumbido ante los encantos de Vegeta.

Estando en la sala……

Bulma: Hola papá como estas?

Dr Brief: Bien hija. ¿y tú ?

Bulma: de maravilla, ¿oye has visto a Vegeta? Quería repararle la cámara de gravedad

Dr Brief: ya está entrenando en ella

Bulma: *Vegeta está entrenando ¿cómo es eso posible?, si la cámara estaba descompuesta, al menos eso fue lo que dijo*pensó Bulma

Dr Brief: tu madre me dijo que la cámara estaba descompuesta así que pase toda la noche arreglándola pero cuando fui a buscarlo a su cuarto para decirle que la cámara ya funcionaba no lo encontré.

Pero en la mañana lo vi salir y le di la buena noticia.

Bulma: lo viste salir, ¿de donde?

Pregunto con nerviosismo

Dr Brief: De sus cuarto por supuesto y de donde más hija?.

Bulma: si, y ¿de dónde más? Jajaj dijo con una risa nerviosa.

Llegada la hora del almuerzo Bulma ya no tuvo cara de ver a Vegeta pues por alguna extraña razón sentía Vergüenza por la tan apasionada noche que habían compartido así que decidió refugiarse en el laboratorio y no salir de ahí.

Eran ya la 1 de la madrugada cuando iba para su cuarto parecía que estaba cerciorándose de que no encontraría a nadie porque no quería encontrase con el príncipe

Bulma entro a su cuarto y se disponía a quitarse la ropa cuando escucho una voz

• ¿Porque vienes hasta esta hora?, tal parece que me estas evadiendo

Bulma vio a Vegeta que estaba sentado en una silla en la oscuridad.

Ella le dijo: ¿que haces aquí?

Vegeta: Eres mi mujer y he venido a buscar lo que es mío, he descubierto que entreno mejor estando satisfecho

Bulma: Sabes sé que es algo tarde ya para pensar en eso, pero ¿has pensado en las consecuencias de nuestras acciones? ¿Qué vamos a hacer si quedo embarazada?

Vegeta: no te preocupes eso no sucederá, es imposible

Bulma: ¿imposible? No se que tan ignorante seas pero… ¿sabes de donde provienen los niños verdad? Dijo en tono ironico

Vegeta: no seas estúpida, no me refería a eso, los de mi raza no podemos procrear a menos que haya un sentimiento mutuo de parte ambas partes, de lo contrario no podemos generar vida. Y antes de que Bulma pudiese decir algo prosiguió. El amor es para los débiles, esa palabra no significa nada para mi. ¿Pero tu lo sabes verdad? No me salgas con el cuento de que no sabías que no soy hombre de familia, tu tomaste tu decisión y creo que la has aceptado.

Lo que nosotros tenemos es lujuria y deseos de satisfacer nuestras necesidades. Nada más.

Bulma: Claro no soy ciega, sabes, entonces si te creo que nunca vamos a tener problemas porque yo tampoco siento nada por ti

A Bulma le habían dolido las palabras del príncipe al decirle que jamás podrían procrear porque él le había dicho que era imposible que él algún día la amara, en qué momento se había convertido en su concubina, en una cualquiera que se había rebajado y le había entregado todo a un hombre que solamente pensaba en sí mismo. ¿ Tan desesperada estaba?. Eso se reprochaba mentalmente.

Vegeta se acercó a Bulma y comenzó a besarla, Bulma quiso resistirse pero vegeta la sujeto por detrás de su cintura, comenzó a besarle el cuello. Bulma quiso resistirse una vez más pero no pudo escaparse de las caricias del príncipe y una vez más a pesar de lo que había escuchado, se entregó a él sin condición alguna.